El presidente Javier Milei inicia la campaña electoral, incluida la de la provincia de Buenos Aires y las elecciones de medio término del 26 de octubre, reafirmando que su estrategia económica no variará. Frente a la tentación de aplicar medidas de impacto inmediato como bonos o subas discrecionales, aclaró que no habrá plan platita, sino que continuará con la misma ortodoxia fiscal que lo consolidó políticamente.
En declaraciones a su círculo más cercano, Milei fue tajante: no modificará el mecanismo automático de actualización de jubilaciones ni considera implementar aumentos nuevos o bonos especiales. Indicó que su modelo se distancia deliberadamente del fiscal short‑term de anteriores gobiernos, y prevé enfrentar las urnas sin utilizar a la economía como variable de corto plazo.
La estrategia oficial comprende mantener bajas la inflación y las tasas de interés reales positivas, y evitar estímulos al consumo que tensionen las reservas o el tipo de cambio. Es una postura consistente con la hoja de ruta económica del Gobierno, que busca apuntalar la estabilidad macro sin recurrir a medidas políticas de consumo masivo.
En paralelo, el Ejecutivo refuerza su base legislativa: diputados de la Liga del Interior, conocidos como los “radicales con peluca”, anunciaron que conformarán un interbloque con La Libertad Avanza. Esta alianza apunta a lograr los 87 votos necesarios en Diputados para blindar vetos presidenciales, incluyendo el rechazo al aumento de jubilaciones y a otras leyes impulsadas por la oposición.
De esta manera, Milei apuesta a una combinación: un discurso económico firme, sin concesiones electorales, y una construcción política pragmática que garantice gobernabilidad en el Congreso..