La cumbre de líderes del Mercosur, que arranca hoy en Buenos Aires, representa uno de los principales desafíos de la presidencia pro tempore de Argentina. Durante dos días intensos, Javier Milei, junto al canciller Gerardo Werthein, recibirá a los presidentes del bloque y a delegaciones de países invitados, con una agenda centrada en lograr un equilibrio político y diplomático frente a Brasil, especialmente bajo el liderazgo de Lula da Silva.
Objetivos clave de la presencia argentina incluyen:
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Fortalecer la relación con Brasil: La estrategia oficial busca conciliar las visiones de Milei y Lula para consolidar una relación estable y funcional entre las principales potencias regionales .
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Impulsar el acuerdo Mercosur–UE: La ratificación de este tratado —resultado de 25 años de negociaciones— es una prioridad para Argentina, con el objetivo de integrarse plenamente al comercio global
- Dejar la impronta argentina en la agenda regional: Como última cumbre que preside Milei en el bloque antes del relevo a Brasil, se prevé que el mandatario busque dejar definiciones claras sobre liberalización comercial y reforma estructural del Mercosur
Participarán los ministros de Economía y presidentes de bancos centrales de los países miembros, en lo que será la primera mesa de trabajo de la reunión, que incluye no solo estrategias comerciales, sino también temas financieros y regulatorios.
Para Argentina, el mes de julio será decisivo. Además del cierre de su presidencia rotativa, deberá demostrar liderazgo diplomático en la construcción de consensos y en presentar avances concretos en el tratado con la Unión Europea, aún pendiente de ratificación legislativa por parte de los cinco países miembros y la UE.